Muchas veces leemos o escuchamos a personas refiriéndose a "Ripple" como una unidad de moneda o criptomoneda cuando en realidad no es así. Ripple y XRP no son iguales, aunque eso suele pasar desapercibido, por eso hoy Gilles Hervé Tepié te invita a conocer un poco sobre estas herramientas.
Mejor conocida como "la cripto de los bancos", XPR opera en la plataforma de codigo abierto de Ripple desde el 2012. Mientras que su función y la forma en la que se encuentra estructurada no es igual a las criptomonedas que conocemos, ya que esta es completamente centralizada, lo que le la convierte en algo inusual.
Las transacciones de Ripple solo tardan 4 segundos en efectuarse, lo que la convierte en una red transfronteriza simple y rápida, además de haber contado con aliados fuertes en sus inicios como BBVA.
Aunque, la realidad es que XRP no es una criptomoneda, las personas la buscan y mencionan como tal, pero la verdad es que Ripple fue creado con la idea de formar parte del sistema bancario actual, he aqui el por qué de su centralización. Este ayuda a las transferencias internacionales en la transformación de dinero fiat, oro e inclusive millas aéreas. Su objetivo principal era el que realizar estas transacciones fuese economico.
A pesar de que muchas personas la conocen como criptomoneda, hay otra gran cantidad que considera que ni siquiera debería ser llamada de esa forma. Y es que XRP es prácticamente una de las criptomonedas mas centralizadas del ecosistema, además de tener el mismo control y manipulación de fondos que el dinero fiduciario o dinero nacional. Con la única diferencia de que es RippleLabs, la compañía a cargo de este token, quién lo maneja y no un gobierno. Hablamos de una criptomoneda centralizada y censurable, que posee la capacidad de "congelar" o retener activos, vetar direcciones de cuentas y gestionar al antojo de los dueños la emisión de dichos tokens. Algo completamente diferente a criptomonedas como Bitcoin y Ethereum.
Ahora bien, en cuanto a su funcionamiento, Ripple no realiza operaciones en la tecnología blockchain, sino que trabaja por su parte en la tecnología DLT y mantiene un protocolo de consenso propio. Esto es para hacer sus propias validaciones de transacciones dentro de la red, lo que nos da a entender que esta plataforma cuenta con su propio servidor para la validación de las transacciones y para validar, al mismo tiempo, sus tokens XRP. Por lo tanto, dichos servidores no ofrecen recompensas como Bitcoin por la validación, ya que básicamente su red independiente organiza y realiza todo el trabajo. Por lo tanto, esta estructura que la plataforma maneja es la que la convierte en una red completamente centralizada.
Como dato curioso: existe una estimación que revela que el 60% de los tokens de Ripple se encuentran en el poder de sus propios precursores.
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