En los últimos años
han proliferado en todo el mundo ciertos activos conocidos generalmente como
monedas virtuales o criptomonedas, entre ellas el bitcoin, la más popular.
Recientemente se ha desatado un ola de popularidad entre estos activos, todo
luego de la inversión millonaria que hizo Elon Musk en bitcoin, reportando una
compra a través de su fabricante de automóviles Tesla de US$1.500 millones en
bitcoin, la ya mencionada principal criptomoneda del mercado.
Luego de que esto ocurriera, Mastercard
anunció que permitiría a los comerciantes recibir pagos con criptomonedas en la
red. Asimismo, la multinacional de servicios, Visa, también reveló sus planes
para integrar las criptomonedas a su red. Seguidamente, el pasado 12 de
febrero, el alcalde de Miami, Francis Suárez, anunció en un video en su cuenta
de Twitter una resolución oficial que propone el uso de bitcoin para pagar
impuestos municipales.
Entonces, ¿a qué nos lleva todo esto?
La criptomoneda es un activo de reserva cada
vez más popular y estable para personas, corporaciones y grandes inversores.
Sin embargo, para valorar su validez como alternativa de inversión o su uso
como medio de pago, es preciso tener presentes varios riesgos.
Desde un punto de vista legal, las
criptomonedas no tienen la consideración de un medio de pago, porque no cuentan
con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas. Esto nos
lleva a posibles problemas derivados del carácter transfronterizo, ya que en
muchas ocasiones las diferentes personas implicadas en la emisión, custodia o
comercialización de las criptomonedas no se encuentran en el mismo país de
origen. Por lo que al momento de la resolución de un conflicto, este podría
quedar fuera del ámbito de las autoridades del país en el que reside el
afectado.
A su vez, las criptomonedas son instrumentos
complejos que pueden no ser adecuados en los intereses de los pequeños
ahorradores. Su precio conlleva un alto componente especulativo, es decir, el
cambio constante en el costo de la moneda virtual puede suponer incluso la
pérdida total de la inversión.
Los criptoactivos se han convertido en una
oportunidad de inversión global disponible para cualquier persona en cualquier
parte del mundo. Son un instrumento altamente rentable y muy volátil. Si te
llama la atención este tipo de inversión, antes de adquirirlas o de suscribir
productos relacionados con ellas, asegúrate de contar con la información suficiente
para entenderlas y considera todos los riesgos asociados.
En los últimos años han proliferado en todo el mundo ciertos activos conocidos generalmente como monedas virtuales o criptomonedas, entre ellas el bitcoin, la más popular. Recientemente se ha desatado un ola de popularidad entre estos activos, todo luego de la inversión millonaria que hizo Elon Musk en bitcoin, reportando una compra a través de su fabricante de automóviles Tesla de US$1.500 millones en bitcoin, la ya mencionada principal criptomoneda del mercado.
Luego de que esto ocurriera, Mastercard anunció que permitiría a los comerciantes recibir pagos con criptomonedas en la red. Asimismo, la multinacional de servicios, Visa, también reveló sus planes para integrar las criptomonedas a su red. Seguidamente, el pasado 12 de febrero, el alcalde de Miami, Francis Suárez, anunció en un video en su cuenta de Twitter una resolución oficial que propone el uso de bitcoin para pagar impuestos municipales.
Entonces, ¿a qué nos lleva todo esto?
La criptomoneda es un activo de reserva cada vez más popular y estable para personas, corporaciones y grandes inversores. Sin embargo, para valorar su validez como alternativa de inversión o su uso como medio de pago, es preciso tener presentes varios riesgos.
Desde un punto de vista legal, las criptomonedas no tienen la consideración de un medio de pago, porque no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas. Esto nos lleva a posibles problemas derivados del carácter transfronterizo, ya que en muchas ocasiones las diferentes personas implicadas en la emisión, custodia o comercialización de las criptomonedas no se encuentran en el mismo país de origen. Por lo que al momento de la resolución de un conflicto, este podría quedar fuera del ámbito de las autoridades del país en el que reside el afectado.
A su vez, las criptomonedas son instrumentos complejos que pueden no ser adecuados en los intereses de los pequeños ahorradores. Su precio conlleva un alto componente especulativo, es decir, el cambio constante en el costo de la moneda virtual puede suponer incluso la pérdida total de la inversión.
Los criptoactivos se han convertido en una oportunidad de inversión global disponible para cualquier persona en cualquier parte del mundo. Son un instrumento altamente rentable y muy volátil. Si te llama la atención este tipo de inversión, antes de adquirirlas o de suscribir productos relacionados con ellas, asegúrate de contar con la información suficiente para entenderlas y considera todos los riesgos asociados.
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