Al principio, se creía que el Bitcoin era una fuerte competencia hacia las monedas fiduciarias (el dinero del pais), y a pesar de que este activo está siendo adoptado con más frecuencia en muchas regiones del mundo, en realidad no son las criptodivisas las que podrían generar una competencia a las monedas nacionales, sino las stablecoins.
El COVID-19 afectó significativamente a la economía actual, con el cierre de la mayoría de los negocios, la era digital se abrió paso, creando nuevas plataformas para la compra/venta de productos sin necesidad de salir de tu hogar. Esto también aumentó el uso de los activos digitales como medio de pago, y no solo nos referimos a los criptoactivos comunes.
Los stablecoins replican el valor de las monedas fiduciarias, como el dólar o el euro con el fin de mantener una «estabilidad» en el precio de las criptomonedas. Una ayuda para inversores en cuanto a la volatilidad de la moneda, pero una amenaza para los bancos centrales, quienes buscan a todo dar soluciones para sostener la estabilidad financiera.
El Banco Central Europeo (BCE por sus siglas), entra en este caso como uno de los afectados, y es que existen stablecoins como el Tether, cuyo valor equivale al de un dólar. Pero en esta oportunidad, el Diem, una stablecoin que será impulsada por Facebook. Se preguntarán por qué, así que lo simplificaré de esta forma:
Facebook posee una gran cantidad de usuarios en la Unión Europea, por lo tanto al implementar el Diem como un medio de pago, este sería acogido con exito. Esta stablecoin estaría respaldada sólo por dólares, cosa que le otorgaría una gran parte de las propiedades que posee el dinero.
El economista David Tercero-Lucas, habló de esto en un artículo sobre el impacto del Diem en la zona euro. Dijo que en caso de que esto llegara a implementarse:
...los riesgos asociados, tanto para los usuarios como para la economía de la Eurozona, cambiarían.
«Si no puedes con el enemigo, también crea una moneda.»
El BCB está trabajando en la creación de un euro digital con la intención de competir (y superar) con la seguridad y velocidad que las stablecoins ofrecen. ¿Lo lograrán?
No hay comentarios.